Un Niño Especial
A lo largo de los años, a través de mi trabajo, he podido conocer diferentes realidades familiares, y variadas experiencias de mater / paternidad.
Algunas de estas vivencias tienen un nombre o catalogación como “tener un hijo con autismo”, “mi bebé nació prematuro” o “ mi pequeño al año comenzó a dejar de ser el que era y ahí comenzaron las pruebas” … Hay mil historias y circunstancias, cada una diferente y única, como cada familia, unidas por el hecho de que sus niños son especiales.
Y para esas familias, especialmente para aquellas que comienzan su recorrido en ese mundo paralelo de médicos, dudas, preguntas … escribí hace tiempo este texto, inspirado por una hermosa situación que viví en mi trabajo, donde sentí de corazón que, sin lugar a dudas, pase lo que pase, lo importante es estar ahí con esa madre, padre o pequeño que, en ese momento, por lo que sea, sobretodo necesita tiempo, honestidad, acompañamiento y mucho mucho amor.
Y hoy, os lo dejo en el Blog de “Rosaleda”, porque creo que es fundamental que rompamos con esa idea romántica de lo que implica tener un hijo, para aceptar la realidad de que puede ser maravilloso, pero no quizás de la manera que nos lo contaron. Y quizás no eres tú quien tenga que vivir este camino diferente, pero quizás sí sea tu vecina, tu amiga, etc. y es fundamental romper silencios para poder acompañarnos más unas a otras desde la escucha profunda y el amor.
Y es que al final, más allá de las circunstancias, es cierto que cada camino es único, y las vivencias de cada familia son especiales en sí mismas, pero todavía existen muchos prejuicios, tabúes, silencios y dolores sin expresar que, entre todos, debemos dar espacio a cambien de color.
“Un niño especial, un niño diferente. A veces por un tiempo, a veces para siempre. Una huella personal, un toque único. Para siempre, por un tiempo. Una enfermedad, situación familiar, el cuerpo, su cuerpo, la vida, el azar, el destino, no sé … Necesitas saberlo, y al mismo tiempo, ¿qué mas dan ya los porqués? Quizás un niño que no escucha, o que pega, que grita, que no juega como los demás, que habla mucho, que no habla, que corre demasiado, o tal vez está muy quieto. ¿Qué es diferente? ¿Quién no es diferente?¿Somos todos iguales? Distinto puede ser mucho o nada, pero casi siempre es lo suficiente para que la cosas no sean como parecían ser. Cada uno con lo suyo, pero si el niño es diferente, todo parece más grande, o más pequeño, y aunque no lo sea, lo parece, casi siempre lo parece, sobretodo al principio, cuando el camino se desvía de la ruta principal y no sabemos a dónde va … ¿A dónde nos lleva este pequeño? ¿Marchamos para siempre, o por un tiempo? ¿Qué quieres pequeño, por qué vas por allí?¿Te puedo acompañar?¿Sabré como hacerlo? A veces se ve desde lejos, pero muchas veces no puedes apreciar lo sutil hasta que lo tienes cerca. Y oyes cosas, muchas cosas. Muchos consejos, ideas, con buena intención. Otras, por desgracia, no. O quizás en este momento todo lo ves con otros ojos y ya no sabes qué pensar. A veces no oyes nada, y te encuentras sola. Es complicado, o demasiado sencillo. Te sientes perdida. Lejos. Vacía. Llena. Y entonces, a veces, algunos se acercan despacito, con cuidado, con mucho cuidado, lentamente, casi sin hacer ruido, pero se acercan y se quedan a tu lado. Se han dado cuenta de esa huella personal, y simplemente quieren cuidar y respetar esa gracia del pequeño. Esa hermosura de no saber hablar, de no andar, de correr demasiado, de estar muy tranquilo – de no estar – Y cuidarte a ti también. Porque saben que no es fácil, o ni siquiera lo juzgan, y sencillamente, con un delicado amor, están a vuestro lado para tratar de comprenderos y que el juego, la relación … la vida, sea lo más fácil, libre y gozosa para grandes y pequeños. Porque todos continuamente tenemos algo que aprender, algo en lo que crecer. Porque quizás todos no somos diferentes, pero sí en algún momento nos hemos sentido así. O simplemente, porque sí. Y sea como sea, una incertidumbre, una duda, un miedo, una esperanza, un suspiro, el amor … siempre, siempre, siempre, mejor acompañado.”